Desde que iniciase la crisis en el año 2008, los profesionales con baja cualificación y con un menor nivel educativo representan el colectivo más afectado en cuanto a pérdida de empleo se refiere, según muestra el último boletín mensual publicado por el Banco de España. Así, la institución presidida por Luis Linde pone de manifiesto que la recesión ha incrementado las diferencias de salario que podían existir anteriormente entre los distintos “niveles” de trabajadores.
En los años previos a la explosión de la burbuja inmobiliaria, se produjo un incremento en la demanda de jóvenes profesionales con un bajo nivel educativo aumentando el número de puestos laborales con un salario inflado por la burbuja que recortó las diferencias salariales con aquellos profesionales que sí estaban formados. Con la explosión de la burbuja se ha producido en estos últimos años un efecto rebote aumentando considerablemente la diferencia salarial.
En la actualidad, lo profesionales con mejor cualificación aumentan la distancia con aquellos que no tienen estudios universarios o técnicos. Un problema de difícil solución, según indica el Banco de España en base a los datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) de la Seguridad Social. Esta difícil solución se debe a que aquellos jóvenes que decidieron abandonar el sistema educativo para formar parte, con excesiva premura, del mercado laboral a cambio de un salario “inflado” (con el conjunto de la burbuja inmobiliaria), no tendrán fácil su acceso a nuevos puestos de trabajo con una remuneración similar.
Así, en el periodo 1997-2006, «las primas salariales a la educación y a la experiencia disminuyeron», subraya el boletín. Por otro lado, en esos años se observa un crecimiento más rápido de los salarios en el sector de la construcción en relación con los del resto de sectores».
En estos últimos años, la crisis ha erosionado con especial dureza a todos aquellos profesionales con menor formación y a aquellos empleados en un sector que ha experimentado una gran reducción de la demanda como es el de la construcción. En consecuencia, las plusvalías salariales de los trabajadores con menor educación han desaparecido mientras que aquellos con mayor nivel académico han aguantado mejor el golpeo constante de la crisis y han sufrido en menor grado el deterioro laboral.
